miércoles, julio 30, 2008

Persiguiéndome la cola

Venía caminando, y se me comenzó a aparecer la sensación que ando trayendo los últimos días. Una nostalgia profunda, un anhelo. Sentir que quiero algo, pero que no sé si quiero dar el salto que significa ir por ello.

Como que estoy cansada de ser valiente o quizás me he vuelto más prudente (¿o cobarde?) con la edad… o simplemente tengo deseos de ser conquistada.

Tengo esta sensación de soledad inabarcable, como algo que respiro, digiero y transpiro. Es posible para los demás sentirlo, por lo menos una amiga lo hizo (supongo que soy muy obvia). Pero, a pesar de mis esfuerzos, no me resulta sentirme mejor, parezco una mesa coja, no importa lo que haga siempre rengueo.

Y mientras caminaba, le daba vueltas de nuevo a eso de ser valiente, porque hasta ahora me he sentido valiente por “perseguir” al objeto de mi afecto, pero querer ser conquistada también requiere valentía, porque en la espera, eso que deseas se puede desvanecer sin siquiera darnos una mirada o despedirse.

Estoy convertida en una majareta, porque parece que siempre busco lo que no debo, aún cuando mi corazón está lleno de certezas sobre alguien, aparecen miles de peros, todos ellos cargados de sentido común, sin embargo, no son suficientes para dejar de desear.

Así que me enredo, y ando por la vida como un perro persiguiéndose la cola.

Y mientras, las cosas pasan, voy aprendiendo, me siento frágil, como nunca me he sentido, hambrienta por un abrazo, y también, increíble dualidad, fuerte y dueña de mi misma, mejor mamá, más humana.

Deambulo en una felicidad ambivalente, donde me lleno de agradecimientos, mientras escucho la letanía de mi soledad, la melodía dulce y melancólica que es mi banda sonora estos días.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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José Luis dijo...

mi niña, todo tiene su tiempo, si supiera como ayudarte a que las cosas ocurran lo haria, tu sabes, pero creo que nadie puede saltarse estos procesos.
un beso y un abrazo amiga!!

Lovage dijo...

Un suspiro suelto después de leerte.
Hace rato que te quiero ver con ese abrazo en la sonrisa, es que te lo mereces absolutamente.
Se que no es lo mismo pero te quiero dar un abrazo apretadito.

Paz dijo...

Gracias amiga, te extraño mucho...los días han pasado medio tristes sin las lucesitas que me traes.