martes, septiembre 09, 2008

Simetría

Ojos y manos enfrentados, un solo espejo me habla

Dentro de poco se habrá acabado.

Paso las páginas del libro sin pensarlo mucho, hay igualdad entre mis dos mitades. Ambas están ausentes.

Detrás de la mirada, asoma un pequeño fulgor. Algo que se niega a desvanecerse. Una pequeña flama de esperanza. Algo que recoger para no ceder.

Guardo el libro, el espejo me devuelve una triste imagen, cara ajada, manos temblorosas llenas de desesperanzada incertidumbre. El cabello cae como ramas moribundas, rodeando un rostro demasiado triste para sostenerle la mirada.

Unos colores desmadejados de alguna imagen olvidada, cubren su desnudez, permitiéndole guardar aunque sea algo de su tristeza para sí.

La imagen del espejo encarna la imagen de la desesperanza, como si fuese una criatura formada solo de oscuridades y tristezas.

Sus manos vacías, hacen dudar que alguna vez sostuvieron algo. Quizás solo el tímido fluir de su sangre por las venas.

Nada queda ahí. Solo el tímido trepidar agónico de una esperanza.

1 comentario:

Lovage dijo...

Triste y desesperanzador...cruel simetría.
Me gustó lo que has escrito