martes, noviembre 04, 2008

Amor imposible

Se columpiaba en el chirriante juego de la plaza. Solo él y el infartante sol. Desde un extremo al otro del bamboleo, se le aparecían imágenes de sueños, de otros vuelos.

Soñaba a un hombre, bello, lleno de enigmas y fugas. Uno que quería tener siempre consigo. Uno que quería que le meciera, como ese columpio ahora. Y sentía el sol en la cara, y también le recordaba esa mirada que le llenaba de anhelos y le hacia arder la piel.

Nada más verlo y su corazón se sacudía en extraños espasmos. No era solo la antigua y trillada calentura. Había en el algo que le llamaba a acercarse, a querer estar, a sentir, a compartirse. ¿Serían sus palabras?, ¿o esa sonrisa malévola?, ¿o la exultante alegría que derrochaba con todos?...pero era tan distinto, se le había quedado prendado entre la piel y los huesos, entre el pecho y el alma.

Y no tenía cómo sacarlo.

Así que ahora se columpiaba soñándolo, bañado por la tenue luz que se colaba por la ventana, medio desnudo, y en un profundo sueño. Se imaginaba contemplando a este exquisito ángel, guardando su sueño, espantando los temores. Siendo su refugio y su coraza. Soñaba su lento despertar, su suave sonrisa, su infinita pasión matutina, arrullándolo y trayéndole infinitos placeres.

Pero una ráfaga de viento, borraba estos sueños, y le imponía una imagen menos afortunada: una noche, unos hombres, cualquiera, daba lo mismo. El triste abandono en el desear, en el instinto. Dejándose hacer, tomando su parte del placer. Olvidando después. Una imagen repetida demasiadas veces.

Y era eso todo lo que quedaba. Nada más latía adentro suyo. Solo sueños de tarde en la plaza.

Luego, volver a la pieza. Acomodar sus ropas. Bañarse y ponerse bello. Caminar hasta el paradero y tomar alguna micro a la calles que se comienzan a encumbrar en la cordillera. Y caminar las calles, columpiarse de una esquina a otra, llamándole. Y esperar que alguien se acerque, pensando que quizás esta noche venga otra vez él.

2 comentarios:

Asile Arabrab dijo...

Hermana, si lo que sientes es un vacio, entonces algo no está bien, recuerda que debemos ser capaces de ser felices con nosotros mismos. Aunque entiendo y comparto la añoranza por el amor.

Lovage dijo...

Qué hoooooooot!, por Dios!
Me encantó