martes, enero 06, 2009

2009

Este año se me hace como otro trecho en un camino cuyo fin se cierne sobre todos.

Tengo la sensación que muchas cosas trascendentes ocurrirán…

En mi pequeña isla de afectos: mi cumpleaños Nº 31 y el 13 de mi hija…muchos recuerdos se me agolpan en el cuerpo y saturan mi alma. Abrazarla ahora me hace sentir algo de asombro ya que aún espero a esa pequeñita, aún pareciera que debiera agacharme para estar cerca de ella. Pero no es así. Y en las noches la observo, y se me aparece la pequeña que fue, esa que se aferraba a mi oreja para dormir. Esa que cargaba en mis brazos. Y ahora veo a esta mujer en ciernes, a esta bella Luna, llena de misterios y palabras que me sorprenden constantemente. Leo sus letras y me encanta lo que hallo en ellas. Veo su rostro y pareciera que he hecho algo provechoso con los días que me han dado.

Y luego amplío el círculo y me encuentro con otros afectos, todos ellos preciados y fundamentales. Y más allá está el trabajo que también me dio algunas victorias y me plantea nuevos desafíos.

Pero, hasta ahí llegan mis confianzas. Le temo al mundo. Temo la emoción reinante, esta especie de hálito ambicioso e individualista. Temo a la vanalidad de los discursos, a la falta de ética colectiva, de proyectos conjuntos. Temo a nuestra falta de temor, a esa insensata gallardía con que nos apropiamos del mundo, donde cada cual toma lo que quiere, porque se siente con el derecho a hacerlo.

Recién hablaba con un amigo, que ayer tuvo un incidente en la autopista, por culpa de la caída de un objeto desde otro auto…nada grave ocurrió pero me contaba, que el conductor del otro auto, no le dijo nada, ni disculpas, ni nada. Como si no hubiese puesto en riesgo la vida de todos quienes iban en el auto…¿se puede ser así se bestia?

Es como si hubiésemos apagado nuestra empatía y responsabilidad, como si todo atisbo de conciencia estuviese olvidado o relegado a nuestros hogares.

Y de trasfondo de esta sinfonía macabra, se escucha un rumor sordo, de almas dolientes, solas. Lejanas unas de otras. Porque claro, tanto individualismo, no puede traer más que dolor. Somos con los otros. Pero estamos tan lejos de ellos. No queremos ni pensar en eso.

Y así se da en todos los niveles. Todos luchan por su metro cuadrado, personas, empresas y países.

Tengo miedo del futuro. No tanto por mi, no puedo quejarme, he tenido mi cuota de amor y risas, de abrazos y despedidas y he aprendido.

Más temo por esa bella Luna, que recién se encumbra en el mundo, que recién está abandonando el capullo y descubriendo quien será. Temo que no tenga tiempo suficiente. Temo no poder protegerla de lo que el tiempo traiga sobre nosotros.

4 comentarios:

Lovage dijo...

La gente le teme a la confrontación y por eso evita acercarse a alguien a quien ha hecho daño o ha afectado y darle sus disculpas.



Un consejo para tu blog: crea una ventana distinta para los comentarios, así uno no deja de escuchar la bella música que tienes en él.

Un beso

Paz dijo...

Gracias, Bella mía...muchas veces siento que escribo para contarte a ti y a los pocos que leen en este espacio en lo que ando y lo que sueño...
Sobre tu sugerencia, voy a ver cómo se hace...Está chori el playlist, ¿cierto?

Asile Arabrab dijo...

Hermanita:

Hay que tener fé en que si bien el mundo es un sitio rudo, estaremos rodeados de gente buena que si este dispuesta a abrirse a nosotros. Es decir, el mundo que nos rodea directamente podemos moldearlo a traves de las personas a las que les permitimos estar cerca... Debemos velar porque nuestra querida Luna se rodee de buenas personas y eso suavizara su camino y endulzara su mundo.

LadyC. dijo...

¡Me alegro que te haya gustado! Realmente, es un tema hermoso y, a diferencia de muchas canciones, la letra no pierde el encanto en español. Y bueno, del cover ni hablar, es impecable. ¡Saludos y gracias por pasar!