lunes, abril 14, 2008

Ser “bien mujercita”

Cuando era niña, era común decir que había que ser “bien hombrecito”, refiriéndose a tener una actitud recta y responsable ante el hacer y también se hablaba de la necesidad de “apechugar” con lo que nos pasa…A poco andar me pareció que no solo los hombres tenían que ser bien ellos mismos, que esa norma también debíamos seguirla nosotras, las mujeres.

Y lo de apechugar, claro, eso también.

Hoy por hoy, creo que trato de hacerme cargo de lo que me pasa, trato de ver que son mis decisiones las que me han traído a cierto punto, acertado o fallido, soy yo la responsable de esto.

Se llama en psicología locus de control interno: lo que nos pasa es fruto de nuestro hacer…y se contrapone al locus de control externo, en el cual siempre somos víctimas de los sucesos, y por lo tanto, carecemos de herramientas para modificar lo que sucede.

En el aula, hay una enorme diferencia entre los niños, según el mecanismo que utilicen. Están los que siempre que fallan es porque la mamá no los ayudó, o tuvo que salir, o porque la “Tía es entera injusta”…a esos niños cuesta mucho ayudarlos, porque toda su capacidad de actuar está depositada en los otros… En cambio, con los otros, con los que ven sus errores como propios, esos pueden reconocer el camino para enmendarlos con mucha más facilidad.

Hoy por hoy, me encuentro pensando en esto ya que diversos hechos del acontecer nacional, me han traído la idea de las responsabilidades.

En mi aula, si algo sucede, yo soy la responsable. No importa que no haya sido yo quien, por ejemplo, ofendió a un niño, es mi trabajo tomar las medidas para enmendar el daño y evitar que se reiteren situaciones similares.

¿Qué tan distinta es esa mirada de la que tiene que tener cualquier profesional? ¿Y con cualquier funcionario público?

Me viene a la mente por lo sucedido con la Ministra de Educación, y su actitud de víctima de la injusticia. Claro, no creo que ella se haya robado ese dinero, pero si creo que estaba en sus responsabilidades el manejo de las subvenciones y que, por una cuestión de rectitud, de “ser bien mujercita” y de responsabilidad política, lo que correspondía era poner el cargo a disposición. Si, ya sé que quiso renunciar, pero después de que saliera el tema de la Acusación Constitucional. Como que ya era medio tarde.

Y qué importancia tiene esto. Que creo que nuestra clase política de una u otra lateralidad, no ha entendido que una democracia moderna requiere de sus líderes rectitud, responsabilidad y ejemplaridad. Que no da lo mismo que errores graves se cometan, si “Yo no sabía”…ese es el problema: no puede no saber.

Lo mismo con el General de Carabineros y la muerte de Matías Catrileo. Obvio, no fue él quien disparó, pero un hecho de esta gravedad requiere que las autoridades se hagan cargo y asuman las responsabilidades que su jerarquía les significa.

O el Edificio Consistorial de Maipú, que construyó el ex alcalde Roberto Sepúlveda y que ahora debe repararse ya que se está hundiendo. Nada se sabe de su responsabilidad, y creo que aquí, no solo hay responsabilidades políticas, sino también, judiciales.

Y claro, esto son solo tres casos, como estos hay muchos.

Pienso que tantos años de Dictadura, hicieron que se olvidara el honor que detentan los cargos públicos y la ejemplaridad con que deben conducirse quienes los cumplen. Claro, si hubo mucho tiempo de impunidades, en donde todo error descansaba bajo el dulce sopor del miedo.

Pero es importante enmendar el camino, para ser democracia, hay que saber que cada ciudadano es responsable, responsable del voto y los dirigentes que elige, responsable de pedir cuentas por estas acciones y de que sean consecuentes con sus discursos de campaña.

Ojalá abundarán en Chile, los debates, los foros de denuncia, el seguimiento acucioso a nuestros dirigentes. No solo a los del bando contrario, que es lo que nuestros políticos hacen cual niños apuntándose con el dedo, a todos. Todos quienes están a cargo de decidir por el resto.

Creo que una buena parte de lo que sucede se debe a que nosotros también hemos asumido un locus de control externo, siempre son los otros los responsables de los que nos pasa. Siempre es culpa del gobierno, o de los empresarios, del jefe, del vecino, del delincuente…

Cuando empecemos a utilizar nuestra voz, a participar a incluirnos aunque no nos inviten, recién entonces podremos sentirnos empoderados, porque al fin y al cabo, siempre algo puede fallar, pero prefiero tener algo que hacer al respecto.

Ya no me gusta echarle la culpa al empedrado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he creido que los lenguajes, los idiomas son una manera de construir realidades, hay una palabra en ingles, accountability, que si uno la traduce literalmete es responsabilidad, pero el concepto en ingles es mucho mayor, no es sólo ser responsable.

Paz dijo...

yo también la he oído...si, es algo como eso...
Kundera plantea el concepto del peso de las acciones hablando del humano común...Creo que para aquellos que nos representan y deciden por nosotros, habría que multiplicar el peso por todos quienes estamos a su merced.
Gracias por aparecerte, te había extrañado.

Lovage dijo...

Muchas veces, al ver las noticias de protestas, o cuando vienen las elecciones, o cuando hay que elegir a un vecino que sea el vocero de nuestras necesidades, etc. en cualquiera de estos casos, siempre digo "me gustaría participar y estar ahí" pero no hago nada, de nada, me siento y me quedo mirando cómo los otros hacen algo por y para el pueblo. Siento, de pronto, que no pasa nada, por más que un número x de gente levante el puño y reclame por lo que nos pertenece a todos, no pasa nada, siento que hay tanto poder allá arriba que se toma en cuenta a los que gritan y reclaman...no pasa nada, se ríen, siguen haciendo lo que quieren, siguen ganando y entonces yo tampoco hago nada.
Mi esperanza se ve opacada por la realidad.

Lovage dijo...

Fe de erratas:
Cuando dije "siento que hay tanto poder allá arriba que se toma en cuenta a los que gritan y reclaman" debí decir "siento que hay tanto poder allá arriba que no se toma en cuenta a los que gritan y reclaman"