jueves, mayo 15, 2008

¿De quién soy?

Porque no sabía responder a esa pregunta.

Porque no podía evitar repetirla.

Porque había amado o deseado (¿quién puede diferenciarlo?)

Porque había querido tenerlo en ella.

Porque no quiso esperar.

Porque cuando los días pasaron, no llegó.

Porque la espera se cargo de oscuros presagios.

Porque en su vientre un murmullo de vida se levantaba.

Porque otros decidieron por ella.

Por todo eso, tomó las agujas y recuperó su cuerpo, perdiéndolo.

Volvía la pregunta: ¿de quién soy?

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