sábado, junio 07, 2008

Tener 30

Esto de dialogar conmigo misma me da mucho qué escribir, cada vez fluye más fácil. Aunque hay veces en que resulta difícil hacerlo, esas veces cuando mis diálogos internos intentan vivir el día a día y ando sumergida en la realidad. Pero hay que salir a respirar de vez en cuando y es entonces que se puede ver que las cosas no andan tan bien en la superficie. A veces, solo las explosiones más furibundas o los errores más caprichosos e insensatos nos delatan realidades que es más fácil obviar.

Pero bueno, ya estoy en los treinta y debo ser consecuente con mis sueños, aunque aparezca con fuerza el temor a nunca alcanzarlos.

Supongo que de eso se trata la fe, de creer y lanzarte al vacío que puede estar al final de tu búsqueda por un sueño. De un sueño que no depende de ti, de tus ganas o capacidades, sino de la suerte o del destino.

Pero, mientras sueño, otros regalos me llegan. Mientras sueño la vida transcurre de la mano. Mientras sueño, la Tierra sigue girando y yo sobre ella.

El tiempo pasa, y yo trato de vivir cada momento. De sentir cada brisa. De acariciar cada segundo. Porque el mayor amor es hacia la vida misma y las oportunidades que me ha dado.

Ya llevo treinta años, no creo tener grandes logros. Ningún libro registrará mis hazañas. Pero la vida es río que fluye, y las aguas de mi torrente, siento, que han engendrado algo…

2 comentarios:

Lovage dijo...

Eso nadie lo sabe mejor que tú.
Realmente yo creo que, si bien es cierto, no tienes un libro pero tienes una hija y estoy segura que tienes mucho más que eso ya que no eres una mujer común y corriente, eres alguien especial con una vida especial y no te lo digo sólo por ser tu amiga, también te lo digo porque conozco tu vida.
Has pensado en plantar un árbol?
Besos

Paz dijo...

Hace años planté uno en una localidad de la 7ª Región llamada Hualmapu, donde andabamos con mi curso y otras personas del colegio...