viernes, octubre 24, 2008

Besos

Mientras tú me soñabas triste yo solo he visto besos en mis sueños.

Besos sabrosos, húmedos, tiernos y sensuales.

He visto labios llenos, vibrantes y lujuriosos. Rojos, rosados.

Esculpidos en piedras y moldeados a fuego, fríos o palpitantes.

Tímidos o arrojados.

Todos ellos inagotables.

Percibí roces dulces, tenues, brutales e infinitos.

Y sentí mis labios, más ajenos que nunca, balanceándose de una comisura a otra, desde un roce suave a un encuentro profundo.

Y desde unos y otros labios, confundirme en los besos, hundirme y naufragar en ellos.

Navegar ausente de todo, en ese beso, en un movimiento perpetuo.