domingo, octubre 19, 2008

Sobre educación

Ayer comencé a escribir algo sobre educación, intentaba hacer un planteamiento sobre un aspecto que me ha estado costando mucho de la profesión que elegí. Pero sobre este tema, creo que debo hacer llegar mi experiencia a aquellos que están armando propuestas para reformar nuestro sistema educativo en pos de hacerlo más justo. Creo que en esa discusión no se puede solo considerar exigencias a los docentes, sino que también debe establecer las condiciones propicias para el ejercicio de la profesión. Específicamente, me refiero a incluir una cantidad de horas adecuada para el trabajo de planificación, elaboración de materiales, evaluación y entrevistas con apoderados y alumnos. Hoy en día, creo que son pocos los colegios que permiten a los docentes tener una vida. Me siento muchas veces como si viviese para trabajar. Luego de estar en el colegio de las ocho a las cinco, llegó a mi casa al computador o al escritorio a corregir. En eso, se me va la tarde. Si quiero hacer planes, debo adelantar el trabajo del día. Y eso que en mi colegio está incluida una hora de trabajo fuera de aula por cada cinco frente al curso. Es decir, dispongo de 12 minutos por hora hecha, para todas las tareas que significa esa clase y el resto del proceso que como profesora jefe debo conducir. Me pasa que estoy cansada. Quisiera dedicarme a otras cosas también, pero ¿en qué momento? Y esta vida es la que vivimos la mayoría de los profesores. Capacitarnos es agregar otra jornada más a un día que ya tiene, a lo menos, dos jornadas de trabajo. Creo que este es uno de los temas que hay que tener en cuenta. Junto con mayores exigencias al ejercicio de la docencia, hay que proveer mejores condiciones para que los profesores sean personas felices, cultas, alegres. No es trivial que seamos de los profesionales con peor salud mental. Estamos siempre en el debe, con la constante sensación de que deberíamos hacerlo mejor, que nuestras clases prodrían ser más efectivas, que podríamos hacer más por los niños, que si tuviésemos tiempo, seriamos mucho más. No quiero eximirme de responsabilidades, mi deber ético es educar a mis estuciantes, y nada puede escindirme de esta responsabilidad, pero creo que es necesario tener esta otra mirada también. No basta con capacitar a los profesores, darles más herramientas, inclusive acercarlos a las tecnologías, sino tenemos tiempo de planificar nuestras clases y elaborar los mejores materiales para que nuestros niños y niñas aprendan. Ahora que se ha abierto la discusión, extraño esta perspectiva. No escucho las voces de los docentes, este es un tema que debe incluirse en esta discusión. Ver + en : http://atinachile.bligoo.com/content/view/9052/Vigencia_Estudio_Diagnostico_de_la_Salud_Mental_en_Profesores.html http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-98872003000200005&script=sci_arttext http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={53d6a688-8b24-4965-94be-dd1ac8e89c0e}

1 comentario:

Lovage dijo...

Eso de no tener tiempo para la vida propia o para hacer las cosas mejor, es algo que le pasa a muchos profesionales chilenos.
Ánimo, amiga. Mi apoyo 100%